sábado, 8 de junio de 2013

Cronicas de Fantaspoa por Nicanor Loreti



Nicanor Loreti, director de Diablo estuvo en Fantaspoa junto a Alejo Rebora, director de Trash 2: las tetas de ana L (que se estrenara en el bars) presentando este film y de copado que es se escribio una nota para esta humilde pagina, disfrutenlo a este genio que escribio en LA COSA, FANGORIA y muchas mas.

CRÓNICAS DE FANTASPOA




Cenando en Porto Alegre junto a Alejo Rébora, director de Trash 2, siento una cálida mano apoyarse en mi hombro. Una voz masculina, con acento italiano, replica en italia-ñol: "En la Campiña donde vivo, me gusta cosechar hongos y después cocinarlos. Pero como los cosecho yo mismo, me da miedo que estén envenenados. Así que los cocino, y los voy comiendo directo de la sartén. Y en seguida los vomito, por las dudas. De paso, siento el gusto dos veces". El desconcierto y las risas se mezclan mientras vemos el rostro bastante serio de Ruggero Deodato explicando esto. Después de conocerlo durante unos días, me di cuenta de que Ruggero no es justamente un tipo serio, pero que sí puede decir las barbaridades más grandes con una cara de piedra impresionante. Casi como su cine, que tiene un sentido del humor enorme oculto entre el exceso. El realizador de algunas de las películas más polémicas y únicas del cine de género internacional –venerado por muchos, y dueño de un estilo cinematográfico único- se encuentra en Fantaspoa –Festival de Cine Fantástico de Porto Alegre- junto a Claudio Simonetti –músico de muchos films de Dario Argento (Suspiria entre ellos)- y Luigi Cozzi, otro clásico director tano “di culto”.
 
Y hay que tener en cuenta que estamos frente a un pedazo de historia del cine: un chabón que fue asistente de Rosellini y Corbucci, entre muchísimos otros y que dirigió la mega infame Holocausto Caníbal que, aunque muchos no lo quieran reconocer, influenció adecenas de películas y a cineastas (incluyendo a Tarantino y a todo el subgénero post Blair Witch).
Deodato está visitando la ciudad y el festival para presentar una retrospectiva de su obra -una decena de títulos proyectados en alta definición, a sala llena-, acompañado de sus dos amigotes, que también muestran films aquí.
Claudio está para dar varias charlas acompañando films de Dario Argento y contando sobre su experiencia creando la música de aquellos y Luigi Cozzi un seminario -al que no asistí por llegar tarde al festi- y varios films de su autoría.

Obviamente el plato fuerte fue el desayuno con éstos quemados, que resultaron ser personajes espectaculares. Ruggero tiene 74 años y una vitalidad que lo hace ver 15 años más joven, y forma un dúo dinámico genial con Claudio, algo más tranquilo. Ambos estaban más que felices por la calidad de las proyecciones, y Simonetti llegó a definir que la copia digital de Suspiria proyectada "se veía mejor que la de 35 mm". El músico brasileño hizo las veces de traductor de su compinche en las sesiones de preguntas y respuestas.

Aunque no dio entrevistas, Deodato se la pasó contando anécdotas dementes sobre sus aventuras filmando Holocausto Caníbal ("no sé por qué hicieron tanto quilombo por esa peli, la mina empalada era un palito con un asiento de bicicleta, y otro palito saliéndole por la boca"). Vean la foto de esa escena, y notarán la ironía respecto a la definición de "palito".
También sumó a mi nerdez total escucharlo hablar del origen de su clásico Cut & Run (mi peli favorita suya), cuando aún era un proyecto de Wes Craven llamado "Marimba" y de cómo llegó a sus manos luego de que el presupuesto se viera demasiado chico para Wes. "Había mucha coca en ese rodaje, pero Michael Berryman no tomaba nada". Un grosso el Padrino.

Otro gran momento fue el concierto que dio Simonetti, tocando teclados y amplificador sobre bases grabadas: no faltó nada, pasaron desde Suspiria hasta Profondo Rosso y covers de Carpenter (Halloween) y El Exorcista.

Hubo, por otra parte, una muy buena onda con los organizadores (Joao Fleck y Nicolas Tonsho), quienes se encargan de absolutamente todo y conocen cada una de las películas proyectadas. Te hacen sentir todo el tiempo como en casa además de estar encima de cada uno de los detalles. No dejaron de remarcar que Argentina es el país con más premios en el festival después de Estados Unidos.
Es que venimos ganando la competencia Iberoamericana casi todos los años, con algún premio u otro (a veces Mejor Película y otras Mejor Director). Y éste año se dio un caso excepcional de muchísimos amigos compartiendo la competencia: Fabián Forte con La Corporación, Daniel de la Vega con Hermanos de Sangre, Alejo Rébora con Trash 2: Las Tetas de Ana L. -quizás el film más barato de todo el festival, con un costo de 1000 dólares-, Santiago Fernández con La Segunda Muerte, y los Hermanos Quintana con Making Off Sangriento. Los Bogliano no estuvieron para presentar Ahí llega el Diablo pero se llevaron una mención -no pude verla porque me fui antes y me recontra quedé con las ganas-. Muchas noches con caipirinha de por medio y/o buena birra brazuca y un clima festivo se sucedieron. Y lo copado es que son pelis de la hostia: las que participé-Hermanos… y Trash 2…- me recontra caben, y las demás tienen una factura de la re puta madre. Basta con echar el ojo a unos minutos de La Corporación…, La Segunda Muerte, ola fabulosa escena inicial de Making Off… para ver que estamos en un hermoso momento en lo referente al género.

Pelis recomendables que vimos (sacando las de los amigos): 7 Cajas -un hit total, que contó con la presencia de su co director, Juan Carlos Maneglia, un copado absoluto de quien nos hicimos amigos al instante-, Tulpa -un giallo moderno lleno de climas, con participación en el guión de Dardano Sacchetti-, O Apostolo -una de stop motion gallega que es una animalada total, con música de Philip Glass- y American Mary-una rareza llena de ideas, donde se súper luce Katherine Isabelle, la chica lobo de Ginger Snaps-. Búsquenlas como sea, que garpan.

A su vez fue una alegría absoluta enterarnos que Making Off ganó el premio a la Mejor Película Iberoamericana, y que 7 Cajas se llevó el premio a Mejor Director. Ambas se lo merecen: Making… es original y fresca por los cuatro costados, divertidísima y cuenta con algunas secuencias antológicas -la que ya mencioné, la mayoría de las muertes y todos los momentos de Pocavida que se roba la película-. Siguiendo la carrera de los Quintana desde sus primeros cortos, es impresionante lo que crecieron estos pibes pero no me sorprende que llegaran a tanto: en sus cortos under se veía el talento en bruto que acá estalló. 7 Cajas por su parte tiene un ritmo y una puesta de cámara envidiables, y muy bien aprovechados. La peli te agarra y no te suelta más.
Verdaderamente podría desvivirme en elogios hacia las pelis en competencia Iberoamericana que vi, pero en varias participé o son de amigos, je.

La verdad es que Fantaspoa está a la altura de cualquier festival, de cualquier clase, del mundo. Te hospedan joya, no hay coronita para nadie y podés ver cosas geniales como Simonetti tocando tango con una criolla y Ruggero bailando eso. En mis sueños más húmedos adolescentes si lo soñaba, yo mismo no me lo creía.

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