miércoles, 20 de febrero de 2013

Fede Wiemeyer, un señor nerd por Leandro Balbuena



  Nos dimos el lujo de hablar con Fede Wiemeyer, quien nos conto muchas cosas que no sabíamos de el,así que prepárense para conocer mejor a este genio del mundo nerd/geek.


  1. ¿A qué edad te diste cuenta de que eras nerd/geek y cómo llegaste a esa conclusión?

 Cuando el término empezó a popularizarse. Hasta entonces lo que había sentido eran ciertas empatías, por ejemplo en la película “La Venganza de los Nerds”, que dio origen a muchas cosas, me identificaban muchísimo más los nerds que los chicos populares. Y un día noté que casi no había temas del ideario nerd que no me tocaran: pelis de género, juegos de rol, videogames, coleccionismo, cierta obsesión por catalogar cosas…

2. ¿Recordás cuál fue el primer chiche que tuviste?

 Si hablamos de juguetes recuerdo un auto, de metal, verde, al que se le abrían las puertas. Debe haber sido lo que hoy catalogaría como un Ford Escort en escala 1/43, probablemente de fabricante francés de miniaturas.
 Si hablamos de “chiche techie”, una TK85, mi primera compu, con el juego “Montro Das Trevas” (Monstruo de las tinieblas, era brasileño).

3. ¿Cuándo egresaste de TEA ya tenías decidido basar tu carrera periodística en hablar de tecnología o se fue dando solo?

 No. Se fue dando. De hecho antes de llegar en 2000 a Canal13/TN trabajé en Espectáculos en la revista Humor y en información general en La Nación. Pero me manejaba bien con Internet y todo se fue dando.

4. ¿Qué se te paso por la cabeza cuando te dijeron: “Vas a tener tu propio programa sobre tecnología”?

 Bueno, no me tomó de sorpresa. Con Santiago Do Rego veníamos cargoseando a los directores desde hacía años para tener ese espacio. Fue un sueño cumplido digamos.

5. Contanos alguna o algunas anécdotas divertidas de TN TECNO

 Nos divertimos mucho en las grabaciones. Nos gusta imitar las voces de los videogames clásicos. Nadie saca el “Fatality” con el tono que lo saca nuestro productor Gustavo Baabour. Aunque probablemente la mejor fue la vez que tiramos un teléfono al inodoro para chequear si realmente era waterproof. Es que es en los inodoros donde se caen los celulares, no en peceras. Fue todo grabado en vivo. El tema es que a ese teléfono en ese momento lo estaba usando/testeando el otro productor, Alejo Zagalsky, y él no quería meterlo en un… inodoro. ¡Así que tuvimos que arrancárselo de las manos para tirarlo al agua! Todo quedó grabado. No todo fue al aire, claro. La parte en que el productor lo toca con asquito y lo lava con tres millones de detergentes mientras los demás le augurábamos Escherichia Coli en el oído no salió. Finalmente se lo devolvimos a Motorola, andá a saber a quién le tocó testearlo después.

6. Sos coleccionista de varias cosas supongo, pero la que más me llamó la atención es tu colección de autitos. ¿Cómo nace tu amor por los fierros y cuál es la joyita de tu colección?

 Los autitos me gustaron siempre. De adolescente los dejé pero a los 18/19 años vencí el prejuicio y volví a meterme con ellos. Fui a un kiosco a comprar cigarrillos y atrás del vendedor había un estante lleno de Ferraris, Porsches y otros súper autos de juguete. Y en el medio había un Citroën 3CV negro. Parecía un patito feo que me llamaba, pero me fui. Me quedó en la retina. Hice una cuadra, me di vuelta, volví, compré el Citroën y empecé “oficialmente” a coleccionar autos. Todavía tengo a ese Citroën, que no es de gran calidad, pero  fue el pionero. Igual me especializo en autos americanos de los 60s y 70s. Debo tener… supongo que más de 500. Nunca los conté.
 También colecciono pelis donde los autos sean los protagonistas. Desde sagas como Rápido y Furioso y todas sus exploitation hasta clásicos setentosos como Vanishing Point, Dirty Mary Crazy Larry, esas pelis de carretera.

7. Viajás mucho al exterior en busca de las últimas novedades sobre gadgets, ¿cuál es el más bizarro que has visto?,  ¿y el más útil?

 El que más me gustó siempre fue un reloj pulsera con celular que vi hace muchos años en Los Ángeles. Ahora esas cosas ya existen, pero cuando lo vi era una locura de Dick Tracy. Y lo más bizarro era una pistola lanzadora de cerditos de plástico para boludear en las oficinas. Me la tendría que haber comprado.

8. Hablando de viajes, ¿cuál fue la convención que te volvió loco?

 La primera vez que fui al Consumer Electronic Show de Las Vegas, en enero de 2008. Entre lo que se muestra en esa feria (que es la tecnología hogareña que va a venir en los próximos años) más la ciudad de Las Vegas, que es como un Disney para adultos, se me voló la peluca.

9. Sin lugar a duda la consola favorita de los argentinos es la “play”, ¿coincidís? ¿Qué juegos y accesorios no pueden faltarle al pibe que tiene una “play” en casa?

 Sí, coincido. Pero no le pongo accesorios a la Play 3. Soy fan de los juegos de autos pero los volantes, por ejemplo, nunca me dieron mejor experiencia que el joystick ¿Juegos que disfruté mucho? Toda la serie de Lego, el Driver San Francisco, el GT5 y el Uncharted 3.

10. Volcándonos un poco al cine, tevé y series, contame cuáles son las películas que te marcaron a lo largo de tu vida y por qué?

 La primera fue E.T., la peli que marcó mi infancia. Yo quería ser Elliot y tener un amigo extraterrestre. De más grande pasé a Duro de Matar, la película que más veces vi en mi vida. Cuando no sabía qué sacar del videoclub sacaba esa obra maestra con Bruce Willis. Después me llegó el tiempo de El Padrino, que me parece una película clave para la vida, incluso para entender al peronismo y la política argentina. El Día de la Bestia, de Alex de la Iglesia, es una de las que más recuerdo en su estreno. Fui sin saber qué iba a ver y me sacudió. ¡Se podía hacer eso hablado en castellano! Ni hablar cuando vi Christine en VHS. Y después hay algunas a las que les guardo mucho cariño emotivo, como Cinema Paradiso o Mediterráneo, que me parecen profundamente sensoriales. Con la que más me reí en el cine fue con Toy Story 2. Casi me rajan de la sala.

11. Con respecto a las series, ¿cuáles seguís?

 Antes miraba más. Fui un gran fan de 24, por ejemplo, o de Lost, que es para mí la mejor serie jamás hecha. Los Simuladores también era cita obligada. Cuando la estrenaban se podía caer el mundo que no me ibas a mover del televisor. Ahora tengo menos tiempo. Sigo Game of Thrones, que fue un hermoso reencuentro con lo fantástico y palaciego. Y hay muchas que no me engancharon, como MadMen.

11. Leí por ahí que fuiste fanático de Lost, ¿que represento para vos la serie? ¿sos de los que amó el final o de los que lo odió?

 Me dejó medio boquiabierto. No sé si no me gustó. Tal vez la expectativa era tanta que nunca iban a lograr un final acorde. Pero no la evalúo por el final. Fueron seis años gloriosos en los que se generaron discusiones interesantísimas entre los que la veíamos. Lost avanzó mientras avanzaba internet y entonces aprendimos con Lost a forear, a piratear bien, a montar subtítulos, a releer cosas de Borges o de Bioy… uh, con Lost aprendimos muchísimo.

12. Hay varios programas en televisión sobre tecnología y varios expertos (vos, Santiago, Fierita, Federico Ini, etc.) ¿te gustaría hacer un mega especial con todos juntos?

 Totalmente. Algo así como los Avengers del periodismo tecno, ¡jaja!

13. ¿Qué aplicaciones no deben faltar en un celular?

 Twitter, Facebook, Gmail, un servicio de clima y una “app” para retocar fotos. El resto es optativo.

14. Para ir terminando, contanos que proyectos tenes a futuro

 Viajar a la isla de Lost y quedarme ahí por una temporada, “We have to go back, Kate”.

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domingo, 17 de febrero de 2013

NACHO HUANG,UN CHINO QUE NO ES NINGUN CUENTO por Leandro Balbuena

Esta pagina me dio muchas alegrias y una de ellas fue poder hablar con... el gran IGNACIO HUANG,el actor taiwanes(pero que todos llamamos chino) que empezo en FILMATRON y estuvo en HERMANOS Y DETECTIVES y UN CUENTO CHINO con Ricardo Darin.Disfruten de esta entrevista tanto como yo.


1.       Primero y principal, ¿cómo es que te digan “chino” habiendo nacido en Taiwán?


Los taiwaneses racialmente son chinos. Taiwán hace 100 años que se separó de China,  la separación es a nivel geográfico (Taiwán es una isla) y a nivel político (China es comunista y Taiwán es republicana), pero tanto los chinos como los taiwaneses comparten la misma raíz, el idioma y las culturas antiguas antes de la separación. A mí no me molesta que me confundan con chinos o taiwanés, inclusive japonés o coreano.



2.       A los 11 años llegaste a Argentina. ¿qué recordas de tu país natal?


Sobre todo son recuerdos de la infancia, tenía muchos familiares, los tíos, los primos, siempre éramos muchos, especialmente cuando nos reunimos para las fiestas, los juegos, las costumbres y las comidas. Recuerdo que Taiwán era chiquito y repleto, de gentes y de negocios, y ese aire húmedo propio de una isla. 



3.       ¿Cuándo decidiste que querías actuar? ¿es verdad que tus padres se negaban a que fueras actor y por ello estudiaste diseño grafico?


Quise actuar desde que nací, supongo que era por eso insistí una y otra vez involucrarme en actividades de actuación a pesar de no tener el ok de mis padres. A mi padre le hubiera gustado que yo fuera cualquier cosa menos actor. Elegí estudiar diseño gráfico porque el diseño no me disgustaba, pero tampoco me apasionaba. Por ende era un diseñador mediocre, y aspirante a la actuación sin futuro. Yo era la vergüenza de la familia hasta que hice Un cuento chino. De allí pasé no solo a ser el orgullo de la familia, sino de la comunidad entera. Qué ridícula que es la vida. 



4.       En 2002 empezaste a estudiar teatro con Norman Briski y ya en 2003 debutas en el teatro de la mano de Diego Rodríguez en CHARLA, contanos como fue esa primer experiencia.


Norman fue mi primer maestro de teatro, yo participaba en las clases pero sin muchas aspiraciones, en el fondo no creía que algún día iba a estar actuando sobre una tabla. Tenía muchísima cosas que superar y la primera de todas es el prejuicio sobre mi mismo. Norman me ayudó a descubrir muchas cosas, él decía que yo tengo una inocencia cuando estoy en la escena, y eso no se encuentra en muchos actores. Creo que fue allí es donde empecé a valorarme. Fue en esa época donde descubrí la página Alternativa teatral. Para mi sorpresa había un aviso que buscaba actor oriental, centroamericano o africano. Contesté la convocatoria, fui al ensayo y el grupo de persona fue fantástico, en unos meses estaba actuando en Charla en mano de Diego Rodríguez. Mi primer personaje fue un joven sumergido en una sala virtual de chat junto a otros 9 actores, y mantenía un cyber sexo con la actriz Armenia Martínez. La maravillosa experiencia de Charla fue la razón por la que seguí haciendo teatro uno tras otro.



5.       Luego actuaste en varias obras más como Elma Mut en la bañera,  Monstruos humanos, La quinta trompeta y Soy Sonia Naumann, ¿qué recordas de cada una de ella?


Después de Charla solo contesté 3 audiciones más (Elma Mut en la bañera de A. Félix Alberto, Monstruos humanos de Gianna Prado y La quinta trompeta de Leandro Airaldo), todas las obras que siguieron vinieron solas. Fui encontrando mucha felicidad en los procesos creativos, a veces con grupos grandes y otras veces con gente reducido. Lo hermoso de ese procedimiento es cada vez que uno está en una obra, empieza a pertenecer a un grupo, es como de pronto uno tiene una familia instantánea, se vive cosas muy lindas otras veces no tanto. Pero cuando uno sube al escenario donde tus compañeros son los únicos a quienes podes confiar, ese momento es sublime. Y cuando concluye una obra, uno puede volver a incorporarse en otro grupo y nuevamente una familia instantánea nueva y así hasta las veces que uno quiera. Sería muy extenso si me pongo a hablar de cada obra en la que hice, lo que sí podría decir es que cada experiencia uno se lleva un montón de buena gente en el baúl, y esto sólo me da el teatro.



6.       Ya en 2006 diste el salto a la televisión, donde trabajaste en la exitosa serie de Damián Szifron, “hermanos y detectives”. ¿qué recordas de Kamiho?


Me encanta esa serie, y me encanta trabajar en ella. El género de policial me apasiona, más cuando uno sabe que hay un súper guión, un súper director y una súper producción.  Lo único que lamento es que sólo fueron 10 capítulos. Obviamente hay un montón de factores donde uno desconoce sobre las causas de su prematura final. Kamiho era un personaje que apareció de la nada a partir del capítulo 6, hasta hoy sigo preguntando a quién se le ocurrió la creación de ese personaje y qué futuro lo reparaba. Es gracioso ver que en la página oficial de Hermanos y detectives de Wikipedia, a Kamiho lo ingresaron como uno de los personajes fijo de la tira, no porque tenía cierta importancia en la serie, sino porque Ignacio Huang el actor que lo hacía ahora es conocido.  


7.       Te escuche decir que alguna vez te gustaría ser el detective protagonista de una serie y no el sidekick como fuiste en esa bella serie. ¿Qué otros personajes te gustaría hacer?


Creo que la razón por la que soy actor es porque me permite volar, ser alguien diferente que en la vida real no es posible. Me gusta todo tipo de desafíos de personajes, hasta los que son diametralmente opuestos a mi persona. Cuando encaro un personaje siempre trato de pensar que soy yo mismo pero exagerando cierto aspecto hasta el límite. Me gusta la aventura, me gusta el acción, quizás es por eso dije que me gustaría ser un detective, ya que son personajes que suelen encontrarse en situaciones de acción y aventura. Algunas cosas locas que hice actuando, como asaltar un auto a las 6 de la tarde en pleno Av. Rivadavia y Pueyrredón (Mosca y Smith), tirarme a un riachuelo sucio sin saber cuán profundo es y solo llevando puesto un slip rojo (Pez elefante). Cosas como éstas son anécdotas para toda la vida. 



8.       Damián Szifron es un gran director al que parece que se le cerraron algunas puertas luego de “Los Simuladores”, ¿Cómo fue trabajar con él?


Yo no tengo importantes recuerdos con Damián porque mi personaje era pequeño, lo que yo hacía le gustaba, aunque sí puedo confesarte que he visto actores al que Damián no le gustaba eso podría terminar bastante feo. Con lo que pasó con Damián en Telefe, algo debería saber es que una industria televisiva como Telefe, en realidad es como una gran familia. Los técnicos que trabajan en ella, cualquiera fácil puede tener una antigüedad de 20 años. El mismo Telefe tiene su propio director de televisión que quizás no son conocidos como Damián en el ámbito del cine. Y en una combinación de los técnicos de la casa con el director afamado que viene de afuera suele generar roses. Yo no diría que a Damián le cerraron las puertas, sino que Damián mismo puede optar no seguir trabajando con algunas empresas. Y la verdad de las cosas solo lo saben los implicados. 



9.       En cine actuaste en El custodio, Inzomnia y Apolonia Borgoña pero el salto se te dio con FILMATRON de Farsa Producciones, dirigida por Pablo Pares. ¿cómo es trabajar en una película de género independiente?


Filmatrón es mi película debut. Es la primera vez que alguien me pone delante de una cámara. Pero la cosa era mucho más amena, los chicos de Farsa tienen mi edad, trabajar con ellos era como estar en un campamento de exploradores. Nos juntábamos los fines de semana y nos divertíamos a lo loco, comíamos pebetes de jamón y queso y estaba todo más que genial. Fue una de las experiencia más divertidas que tuve haciendo cine. Pero sobre todo lo que la hace tan particular es el género fantástico. Todo soñamos alguna vez ser un superhéroe, y ese sueño mío se concretó con Filmatrón. Quiero aprovechar para mencionar al primer genial DF que conocí, Diego Echave, tuve suerte de haberlo conocido, lo extrañamos todos y mucho.



10.   Contanos la diferencia con las producciones más comerciales como fue El Ratón Pérez 2 y Un cuento chino.


Yo no tuve una linda experiencia con El ratón Pérez, en ese momento yo era nadie, hacía del periodista chino. Yo recuerdo que estaba en una época donde quería demostrar mi dote de actor, entonces actuaba más de lo que me pedían que fuera. A tal punto que en una toma el asistente de dirección dijo por el micrófono, que hable cualquier periodista menos el chino. Con los años llegué a la conclusión de que a las industrias no les interesa descubrir nuevos talentos. Si te llamaron para decir “Aquí le llegó la pizza”, era eso y nada más, todo lo que haces demás esta demás. Pero cuando uno es co-protagonista de una película como en Un cuento chino, hay que asumir más que compromisos. Un cuento chino tuvo la alegría de tener apoyo de varios productoras importantes, por ende todo era más favorable, hay un equipo enorme de personas, cada uno trabajando en su sector específico, en ese sentido es más fragmentado, o sea, ya uno no puede intervenir en áreas que no le competen. Mi rol era actor, entonces sólo tenía que ocuparme de actuar bien. Yo recuerdo que cuando hacíamos la escena del lago en china, por prevención la producción me puso neopreno debajo del vestuario. Yo esperaba zambullirme en el agua como pedía el guión. Pero para mi decepción, lo de agua lo hacía un personal de FX. Y yo pregunté: “Y ese doctor que está allí todo el día, ¿Para qué?”, me contestó la asistente amablemente: “Por la duda si te llegas a mojar”.



11.   Ya que llegamos a “Un cuento chino”, llegamos a la pregunta obvia. ¿cómo es trabajar con Ricardo Darin? ¿Qué anécdota nos podes regalar de esa filmación?


Yo decía, ya que la vida me dio la oportunidad de trabajar al lado del actor argentino más grande del momento, me propongo ser una esponja y aprender todo lo que viene de él. Y las lecciones que aprendí, no precisamente son de actuación, sino de cómo un profesional encara un trabajo. Por ejemplo, el primer día de filmación a mí no me tocaba grabar escenas, por lo tanto no fui al set. Al día siguiente me encontré con Ricardo, y él me decía que le pareció raro no verme ayer en el set. Resulta que él tampoco tenía que grabar escenas, sin embargo estuvo junto con todo los personajes del equipo. Comprendí que cuando uno es dueño o cara de un proyecto, hay que asumirlo y eso lo hace estando desde el primer día hasta el último. Es fabuloso trabajar con alguien grande pero que no lo demuestra como tal. Ricardo nunca se pone el perfil del Súper estrella, por eso fue fácil y gratificante trabajar con él. Aparte me enseñó que lo importante de todas las grandes obras está en los detalles. Cuando hacíamos la escena en la que él me echaba de la casa porque rompí su amado armario. Me dijo Ricardo “Yo te sostengo el brazo y vos haces como si yo te agarro fuerte… ves, ¡Se puede hacer escena violenta sin usar violencia!”



12.   ¿Sentís que el personaje tuyo en “Un cuento chino”, Jun, es algo trágico a pesar de la comicidad que lo rodea?


Mi personaje Jun en Un cuento chino es completamente trágico. Al menos yo lo concebía así. En ningún momento me preocupaba la comicidad, sabiendo que lo cómico está en la situación y no en el personaje. Yo extremé la fatalidad y pena hasta lo máximo durante la grabación de la peli. Había algo que me ayudaba, era que perdí a mi madre recientemente. Recuerdo que yo le decía a Sebastián en la audición: “Jun perdió a su novia porque una vaca cayó del cielo y la mató, yo perdí a mi vieja porque le hicieron un implante de corona en los dientes y se murió”. Si hay alguien en el mundo que entiende la fatalidad y lo ridículo que es la vida esa persona soy yo. Trasladé mi pérdida en la película y creo que eso se vio. Nunca lloré tanto como cuando filmaba Un cuento chino. Por ende lo divertido era que durante la filmación Sebastián no me pedía que llorara para las escenas, sino que no llorara. Alguien dijo que cada vez que un actor/actriz actúa, se muere un poco de él/ella dejándolo en el escenario. Yo creo que dejé mucho en Un cuento chino.



13.   En la charla en el Fesaalp del año pasado contaste que estas produciendo y escribiendo una obra de teatro, contanos de que se trata


Por ahora se llama “Estoy solo en una estación final”. Un operario de estación en una estación remota de China, junto a su compañera de guardia, una argentina que le enseña todo sobre La Argentina, un día llega a la estación un joven músico y aparentemente viene con problemas. Es la primera vez que soy co-autor de una obra, el proceso es lento y desconcertante, pero yo aprendo un montón. Pienso que es momento donde tengo que expresarme como artista directamente con mis ideas y no siempre ser actor de ideas ajenas. Para un proyecto así, hay que tener compañeros del grupo que se banca uno a otro, con mucha paciencia y ganas de hacer, de lo contrario sería de mucho sufrir.



14.   Adelántanos lo que puedas sobre LA SALADA, tu próximo proyecto cinematográfico.


“Balneario La Salada” es la opera prima de Juan Martín Hsu premiada por INCAA. Empezamos el rodaje éste 12 de Noviembre. Participa también Chang Sung Kim, Ignacio Toselli, Paloma Contrera y Mimi Ardú. Se trata de una historia coral entre nuevos inmigrantes del Gran Buenos  Aires, tiene como fondo la conocida Feria La Salada. A mí me entusiasma mucho trabajar con un director argentino-chino como es Juan Martín, pues en algún sentido es alguien muy parecido a mí, compartimos muchas cosas por nuestro origen y por ser inmigrante. Hacer una película así me hace sentir realizado, pues siento que esto es lo que debo contar como artista, mi historia, mi sueño, mi temor, mi alegría y mi realidad.


15.   Como pregunto siempre. ¿cuáles fueron las películas que te marcaron a lo largo de tu vida y porque?


La primera y la más importante es “El juego de las lágrimas”. La película aparte de que hay algo de policial y acción que me gusta. Es una de las pocas películas donde expone tan crudamente la naturaleza humana. En la escena final donde la protagonista mata a una importante agente de terrorista por “celo”, eso me pareció genial. Aparentemente el mundo está lleno de causas y valores grandilocuentes, sin embargo, lo que realmente mueve a los seres humanos son sentimientos pequeños y cotidianos, como el celo, la envidia, el deseo y la venganza. Otras películas que me gustaron son: “Underground”, “Primavera verano otoño invierno y otra vez primavera” y “Esposas y concubinas”.



16.   ¿Pudiste ver algo de cine taiwanes? ¿qué películas recomendarías?


Muy pocos, y los que vi realmente no me gustaban. Al que puedo recomendar son las películas de Tsai Ming Liang. Considero que es alguien que tiene sello y estilo propio como cineasta.



17.   Contanos que hace Ignacio fuera del mundo de la actuación, ¿cómo es un día de tu vida?


A Ignacio fuera del mundo de actuación la verdad no le quedan muchas otras cosas. Pues ni bien terminó la carrera de actuación en IUNA, ahora se metió a estudiar cine en la UBA. A decir la verdad, no hay cosas que me divierte más que estar actuando, sea teatro, cine o tele. Los días que no tengo compromisos de actuación, trabajo en un instituto haciendo cosas de diseño gráfico. No soy muy sociable, y detesto ir a las fiestas de cumpleaños. No estoy en pareja, por ende ahorro un montón de “compromisos conyugales”. No voy a los boliches, la única razón por la que salgo de noche es ir a ver una obra de teatro. Pues considero que el mejor lugar donde uno puede estar es en la comodidad de su casa. Soy feliz en mi casa, tengo un jardín donde paso horas arreglando las plantas. Me gusta recibir a mis familiares los fines de semanas, especialmente a Maxi mi sobrino de 4 años. Y solemos planificar con mi hermana para algunas fiestas cocinar una mesa de comida típica china.



18.   Trabajaste con Pablo Pares, Damián Szifron y Sebastián Borensztein, ¿qué aprendiste de cada uno?


A Pablo lo conocí en el inicio de mi carrera, yo era un principiante, y él era muy generoso conmigo. Pablo es un cineasta que prácticamente tenía la película entera en su cabeza, las tomas nunca fueron largas, casi diría que eran fragmentarias, sin embargo eso garantizó un dinamismo en Filmatrón. Con Pablo siempre dijimos que volveríamos a hacer otra peli juntos, y espero que así sea.

A Damián sí le gustan escenas largas y con 500 cambios de cámaras. Recuerdo el trabajo casi fastidioso del episodio del Asesinato en un teatro. En un escenario mínimo de 5 por 2 metros, con 8 actores cada uno con sus planos y parlamento, más la cámara con riel y un espejo en medio del decorado que sirve como ventana para otro plano. Todos esos en un plano de secuencia que duró como 10 o 15 minutos. ¿Cómo lo hace? Damián lo hace. Ah, ese día los técnicos le hicieron la huelga.

Con Seba la experiencia fue completamente diferente. La diferencia también lo marcaba porque fui el co-protagonista del film. En Un cuento chino no es acción como en caso de Filmatrón o La situación como Hermanos y Detectives. Es la actuación y el mundo interior de los personajes, casi todas las escenas estaban teñidas de cierta emotividad. Recuerdo que en una escena donde Jun debería sacar una foto de su novia fallecida, el guión dice Jun mira la foto y llora. Yo estaba sentado en la cama, con la foto de una actriz que la conocí 2 días, por más que me concentraba no sabía de dónde sacar el impulso para llorar. Seba hizo callar a todo el set, hablaba por cucaracha con el camarógrafo que siguió grabando y haciendo un ligero vaivén sobre el riel, siguió grabando en silencio y me esperó. Y finalmente pude hacer la escena.



19.   Hace poco te vi en el videoclip que hace de primer capítulo de la obra teatral LOS MUROS de Laura Casabe y Lisandro Bera. ¿Pudiste ver la obra? ¿cómo llegaste a ese papel?


No pude ver la obra, yo estaba grabando los últimos capítulos de “Mi viejo verde” era momento intensivo como todo los últimos capítulos. Laura fue co-autora de Filmatrón así que ya nos conocíamos desde antes. Más que un papel, yo diría que es como un “Special featuring”, me preguntaron si podía hacer de un periodista y leer un par de noticias en chino filmado, yo dije por qué no, son mis amigos, y claro que los apoyo en sus proyectos. 



20.   Para terminar contanos cuáles son tus futuros proyectos.


En tele muy pronto estará en el aire “Mi viejo verde”, es un nuevo unitario de Telefe, una comedia barrial junto con Betiana Blum, Osvaldo Santoro, Soledad Fandiño, Martín Piroyanski, Maxi Ghione y Oscar Alegre. Me divertí muchísimo haciéndolo y supongo que debe ser lo mismo para el público.

En el cine, Aparte del ya mencionado próximo rodaje de “Balneario La Salada”. El 1 de noviembre se estrena “Longchamps” de Andrés Andreani en Centro Cultural de la Cooperativa. Este film nació con premisas experimentales. Éramos 25 actores divididos en grupos de 4 o 5 en diferente espacio de una casa grande, debíamos improvisar con algunas indicaciones del director, y se filmó simultáneamente con 6 cámaras durante 3 horas aproximadamente.

En el teatro, espero estrenar para mediados de 2013 “Estoy en una estación final”. También están previstos ensayos de la obra del autor-director mexicano Ramiro Torres de Miguel “Aeropuerto Narita” junto con Ernesto Claudio. Es una historia de familia igualitaria. La obra ya fue estrenada con éxito en México y Japón con actores de respectivos nacionalidades. Aparte también estoy comprometido con una obra de José Cáceres y otra con Alfredo Rosembaum. Así que tengo teatros para hacer por lo menos hasta el año 2014.



Desde ya muchísimas gracias por responder.